¿A qué temperatura hierve el agua?

a qué temperatura hierve el agua

El agua es un elemento cuya importancia en nuestra vida cotidiana, esta fuera de toda duda. La utilizamos para muchas cosas cotidianas. Como beber, cocinar, limpiar e infinidad de tareas diarias. Uno de sus comportamientos más interesantes es la ebullición, ese momento en el que burbujas de vapor comienzan a formarse en el líquido y este se convierte en gas. 

Pero son muchos los que se preguntan por ejemplo, ¿a qué temperatura exacta ocurre este cambio de estado? La respuesta no es sencilla, ya que depende de diversos factores. Veamos cuáles son y cómo afectan al punto de ebullición del vital elemento.

Factores determinantes

La temperatura a la que el agua entra en ebullición, viene determinada por la presión atmosférica y la altitud del lugar en el que nos encontremos. También influyen la pureza del líquido, y la presencia de sustancias disueltas en él. Analicemos detalladamente estos aspectos citados.

Presión atmosférica y altitud 

En condiciones normales, al nivel del mar y con una presión atmosférica estándar, el agua hierve aproximadamente a los 100°C. Esta es la temperatura de ebullición que solemos manejar a nivel doméstico. Sin embargo, la realidad es que este valor varía sustancialmente, según aumentemos nuestra altura sobre el nivel del mar. 

Esto se debe a que al ascender en la vertical terrestre, la presión atmosférica desciende. Por ello, la presión es directamente proporcional a la temperatura de ebullición. Así pues, en lugares de gran altitud, el agua entra en estado de vapor a temperaturas muy inferiores a los 100°C

Un claro ejemplo es el del altiplano andino. Donde ciudades como La Paz o Potosí, en Bolivia, se encuentran por encima de los 3.600 metros sobre el nivel del mar. Allí el agua hierve aproximadamente a 86°C.

Presencia de sales y otras sustancias 

Otro factor relevante es la pureza del agua. El agua destilada, libre de cualquier elemento extraño disuelto en ella, hierve a una temperatura ligeramente inferior que el agua del grifo. Esto se debe a que las sales y minerales contenidos en esta última dificultan levemente la formación de burbujas de vapor. 

De la misma manera, añadir ciertas sustancias como azúcar o alcohol altera también el punto de ebullición. Cada elemento provoca un pequeño cambio, por acción de sus propias moléculas. De todos modos, en condiciones habituales estas variaciones suelen ser mínimas.

Otras aplicaciones 

Más allá de su importancia a nivel doméstico, comprender la temperatura de ebullición del agua resulta fundamental en diversas disciplinas científicas y técnicas. En meteorología permite estudiar fenómenos atmosféricos relacionados con la evaporación. 

En ingeniería resulta vital para multitud de procesos industriales. Por ejemplo, en la energía geotérmica, se inyecta agua en el subsuelo hasta que esta entra en ebullición. Aprovechando luego ese vapor para mover turbinas. También la cocina se sirve del punto de ebullición variable, para alterar los tiempos y resultados de cocciones, frituras o elaboraciones al baño maría. 

Y en la vida diaria, conocer este dato ayuda a programar desde el tiempo para preparar un café, hasta la mejor manera de cocer alimentos en distintos lugares del planeta.

Conclusión 

Como hemos visto, que el agua hierva a cierta temperatura depende de la presión atmosférica que soporte, es decir, de la altitud del punto en el que nos encontremos. También influyen ligeramente, su pureza y contenido en sales u otras sustancias. 

Si bien popularmente manejamos los 100°C como temperatura estándar de ebullición, ésta varía notablemente según la altura sobre el nivel del mar. Así, mientras hierve a unos 86°C en el altiplano andino, aún no alcanza la evaporación completa en la cima del Everest.

Entender este comportamiento resulta esencial, no solo para tareas domésticas cotidianas, sino también para múltiples disciplinas científicas y técnicas en campos como la meteorología, la ingeniería o la cocina.