Qué significa ave fénix en psicología

ave fénix

Ave fénix en psicología

El ser humano tiene una asombrosa capacidad, para poder de las cenizas. Como el ave fénix de la mitología, somos capaces de alzarnos después de las crisis más devastadoras, renaciendo aún con más fuerza y sabiduría. 

¿Acaso no es esto lo que nos hace tan especial como especie? La psicología tiene un término para esta cualidad: resiliencia. Y es que, en nuestro fuero interno, todos llevamos un ave fénix esperando desplegar sus alas.

Resiliencia, esa capacidad de reponernos 

La resiliencia, es la capacidad de las personas para poder superar circunstancias adversas, y recuperarse de episodios muy traumáticos. Igual que hace el ave fénix, tenemos la capacidad de resurgir de nuestras propias cenizas. 

Esta cualidad, muy valorada hoy en día, es lo que nos permite reinventarnos y encontrar oportunidades incluso en las crisis más dolorosas. Las personas resilientes logran adaptarse a los cambios, por muy duros que estos sean, y salir mucho mas fuertes de ellos.

Y es que todos poseemos esta cualidad. Solo que unos, más que otros. Ciertas experiencias vitales pueden reforzar nuestra resiliencia innata. ¿No conocemos acaso a sobrevivientes de terremotos, víctimas de abusos o enfermos terminales que se han convertido en activistas o han fundado ONGs? 

Incluso tras tocar fondo, han resurgido como el ave fénix para ayudar a otros. Son ejemplos vivos de que la resiliencia se puede cultivar y que, como dijo Nietzsche, "lo que no nos mata, nos hace más fuertes".

Reinventarse a uno mismo

Las personas más resilientes tienen ciertos rasgos psicológicos, que les permiten sobreponerse al trauma, el dolor y la adversidad que surja. Tienen una visión positiva sobre sí mismos y sobre el mundo. Lo que les permite, ver oportunidades incluso en la tragedia.

Poseen una gran autoeficacia o confianza en su capacidad, para superar los problemas y alcanzar sus objetivos. Además, saben pedir una ayuda cuando la necesitan en lugar de encerrarse en sí mismos.

Todos estos factores les permiten reinventarse después del infortunio, y experimentar un crecimiento postraumático. Como el fénix que resurge de entre las llamas, las personas resilientes vuelven a la vida con más fuerza, sabiduría y determinación. 

Incluso pueden descubrir talentos y habilidades ocultas que la tragedia saca a flote. De alguna forma, se reinventan a sí mismos.

¿Tenemos un ave fénix en el interior? 

La resiliencia no es un rasgo fijo, sino también una capacidad que se puede llegar a  desarrollar. Todos podemos cultivar las cualidades, que hacen a una persona resiliente. Podemos aprender optimismo, y fortalecer nuestra autoestima. 

Podemos rodearnos de personas positivas que nos apoyen en los momentos difíciles. Incluso podemos buscar inspiración en otros que han sabido reinventarse a sí mismos después de la tragedia.

Así que, en cierto modo, todos llevamos dentro un ave fénix capaz de alzarse de entre las cenizas. Solo se trata de tener el coraje de dejarla emerger. Solo abrazando nuestra capacidad de resiliencia podremos resurgir de nuestras propias crisis, por dolorosas que sean, para comenzar de nuevo. 

Igual que el fénix, la tragedia puede dejarnos más fuertes. Sobre todo, si tenemos las alas del ave inmortal bien desplegadas en nuestro espíritu.