Horóscopo Negro - Aries

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El horóscopo negro para Aries: tu lado más oscuro

Aries es conocido por su energía, iniciativa y coraje. Pero el primer signo del zodiaco también tiene defectos muy marcados que derivan de un exceso en estas cualidades. Te revelamos los secretos más sombríos del horóscopo negro de Aries.

Impulsividad extrema

Los Aries son impacientes por naturaleza y odian esperar por lo que desean. Pero en su afán de obtener resultados inmediatos, toman decisiones apresuradas sin medir consecuencias.

Se guían por impulsos, lo que generalmente los mete en problemas o los hace arrepentirse más tarde. No piensan antes de actuar ni miden el impacto de sus palabras.

Temperamento explosivo

Cuando las cosas no salen como esperan, los Aries estallan en berrinches o ataques de ira. Gritan, golpean cosas e incluso llegan a la violencia física en los peores casos.

Suelen arrepentirse después, pero en el momento de la explosión pierden por completo el control de sí mismos. Su genio es uno de sus mayores defectos.

Adicción a la adrenalina

Los Aries adoran la emoción y necesitan actividad constante. Si no tienen suficientes desafíos que estimulen su adrenalina, buscan situaciones de riesgo sin medir consecuencias.

Se vuelven adictos a la velocidad, los deportes extremos y las actividades peligrosas que los llenan de adrenalina. Ponen su vida en peligro por aburrimiento o necesidad de sentirse vivos.

Obsesión por ganar

Otro gran defecto de los Aries es su espíritu terriblemente competitivo. Sienten que deben ser los primeros y los ganadores en todo lo que emprenden.

No soportan perder ni que nadie los supere. Farolean y hacen trampa con tal de salirse con la suya y quedar por encima de los demás.

Intolerancia crónica

Los Aries tienen nula paciencia y tolerancia hacia los errores o defectos ajenos. Juzgan con dureza a quienes consideran débiles o mediocres. Los avergüenzan en público sin delicadeza alguna.

También descargan su ira contra subalternos o dependientes que no cumplen sus expectativas. Son crueles e implacables con los demás, aunque sean comprensivos consigo mismos.

Adicción al conflicto

Como buscan adrenalina, algunos Aries se vuelven adictos al conflicto y la confrontación. Provocan peleas y discusiones solo por el gusto de liberar tensiones.

Incluso llegan a engañar o manipular para causar celos en sus parejas. Necesitan el drama y la intensidad emocional para sentirse vivos.

Impaciencia crónica

Los Aries detestan esperar por lo que quieren. La paciencia no es lo suyo. Se desesperan en las filas o los embotellamientos de tránsito. También les cuesta respetar los tiempos o procesos ajenos.

Presionan a los demás para que aceleren según sus tiempos. Y si no obtienen rápido lo que buscan, simplemente abandonan el objetivo por aburrimiento.

Imprudencia temeraria

El coraje Aries con frecuencia raya en la temeridad. Como necesitan acción, se lanzan a aventuras peligrosas sin medir las consecuencias. No dimensionan el peligro real de sus actos hasta que es demasiado tarde.

Suelen accidentarse con frecuencia y poner en riesgo su seguridad por impulsividad. Creerse invencibles es uno de sus grandes defectos.

Obstinación absoluta

Cuando a los Aries se les mete algo en la cabeza, no hay fuerza humana capaz de hacerlos cambiar de opinión. Defienden sus ideas a capa y espada, sin importar qué tan ilógicas o dañinas sean.

Ignoran consejos y señales de peligro con tal de salirse con la suya. Su obstinación los ciega por completo a la hora de reconocer errores.

Orgullo desmedido

Los Aries tienen tanto amor propio, que raya en ego desmedido. Creen saberlo y poderlo todo. Les cuesta reconocer ignorancia y aprender de los demás, especialmente si consideran que son superiores en algún ámbito.

Su arrogancia les impide crecer. Viven dándose de bruces contra la realidad por sobrestimar su capacidad e inteligencia.

En definitiva, los Aries tienen un lado oscuro muy intenso. Pero son capaces de dominarlo una vez toman conciencia y aprenden a canalizar bien toda esa energía. Con tenacidad y humildad para reconocer errores, pueden explotar lo mejor de sí mismos.