Meditación para calmar la mente

La meditación puede ser una gran aliada para calmar nuestra agitada mente en estos tiempos frenéticos que corren. No cabe duda alguna que practicarla con regularidad nos aporta beneficios comprobados tanto a nivel mental como físico. Pero con tantas técnicas y enfoques diferentes que existen, ¿cómo escoger la más adecuada? Profundicemos en algunas de las opciones más populares.

La meditación de atención plena, una de las predilectas

La meditación de atención plena, o mindfulness, se ha convertido en una de las preferidas para los principiantes. Y no es para menos. Esta técnica tan sencilla como revolucionaria nos invita a focalizarnos en el momento presente.

¿En qué consiste exactamente? Simplemente debemos sentarnos en silencio, con la espalda recta y prestar atención deliberada a nuestra respiración. Un ejercicio muy simple que hace maravillas en distraer esa voz interna que no para de hablar.

Al dirigir toda nuestra concentración al aire que entra y sale de nuestros pulmones, logramos aquietar por unos minutos el constante monólogo mental. Y es entonces cuando comenzamos a vislumbrar un estado de calma que pocas veces experimentamos en nuestro vertiginoso día a día.

Los beneficios de la meditación trascendental

La meditación trascendental utiliza un mantra, una palabra o frase que se repite mentalmente para eliminar pensamientos intrusivos. Los mantras más utilizados provienen del sánscrito, como “Om”.

Para meditar siéntate con la espalda recta y repite el mantra en tu mente. Cuando notes que has perdido la concentración vuelve a enfocarte en repetirlo. Al igual que la meditación mindfulness, requiere práctica diaria para ver resultados. Una vez dominada este tipo de meditación, puede llevarte a estados profundos de calma y serenidad.

Si eres una persona que se pasa el día rumiando determinado pensamientos, o imaginándote escenarios de lo que podría pasar en un futuro, este tipo de meditación podría ser muy beneficiosa para tu salud mental.

La visualización como técnica creativa

¿Y si en lugar de repetir un mantra probamos a crear imágenes mentales? Esta es la premisa de la meditación guiada o visualización.

Consiste en generar un entorno pacífico e idílico en nuestra imaginación donde podamos refugiarnos cuando la realidad se torne agobiante. Puede ser un bosque, una playa paradisíaca o cualquier otro escenario donde hallemos sosiego.

Esta evasión momentánea de lo real mediante nuestra facultad creativa tiene un poder relajante que nunca deja de sorprender. Y es que al transportarnos mentalmente a nuestro locus amoenus particular, logramos distanciarnos de todas las preocupaciones cotidianas.

¿Con cuál quedarnos?

Son muchas las técnicas entre las que elegir. Pero no hay por qué decantarse por una única. De hecho, lo ideal es probar varias hasta dar con la que mejor se adapte a nuestras necesidades. Al fin y al cabo, lo realmente importante es ser constantes y meditar a diario, aunque sólo sean 5 o 10 minutos.