Meditación para sanar el cuerpo
La meditación, más allá de ser una práctica espiritual, tiene demostrados beneficios para nuestra salud, especialmente si nos centramos en su capacidad para sanar el cuerpo. ¿No sería perfecto aliviar dolores, reducir inflamaciones o fortalecer el sistema inmune con solo sentarnos en silencio? Afortunadamente es posible gracias a varios tipos de meditación que actúan a nivel físico.
Atención plena para reducir el estrés
¿Sabías que gran parte de las enfermedades están provocadas por el estrés? La meditación de atención plena o mindfulness nos ayuda a calmarnos. Conectamos con el momento presente. Al reducir los niveles de cortisol y ansiedad en sangre, estamos fortaleciendo nuestro sistema inmunitario, nuestro mejor aliado contra cualquier dolencia.
Mantras para regular la presión sanguínea
La meditación trascendental se basa en la repetición de un mantra, aquella palabra o frase sagrada capaz de enfocar nuestra atención y llevarnos a un estado de conciencia superior. Al calmar los pensamientos, se regula la producción de hormonas del estrés.
Esto hace que disminuya la tensión arterial y el ritmo cardíaco. Por no decir que ayuda a curar afecciones relacionadas con la tensión como dolores de cabeza o problemas digestivos. Eso sí, hay que ser constantes para poder ver los beneficios físicos al meditar.
Metta Bhavana para segregar oxitocina
¿Has oído hablar de la meditación Metta Bhavana? Es un tipo de meditación budista que enfoca nuestra mente en sentimientos de amor bondadoso y compasión. Al desear la felicidad y la paz para nosotros mismos, pero sobre todo a los demás, se estimula la producción de sustancias como la oxitocina.
Esta hormona de la 'felicidad', tiene efectos calmantes y también analgésicos., aliviando cualquier malestar en el cuerpo. Abre tu corazón al poder sanador del amor incondicional.
Movimiento consciente para mejorar la circulación
Existen posturas de meditación en movimiento como la meditación caminando, también llamado 'Kinhin'. Consiste en desplazarnos con lentitud y plena consciencia de cada paso que damos. Al concentrarnos en las sensaciones corporales mientras caminamos, mejoramos nuestro equilibrio y la circulación sanguínea.
Es sabido de los beneficios de caminar al menos 20 minutos al día para nuesto organismo. Al practicar el 'Kinhin', o caminar de manera consciente, nos porporciona una disminución de pesadez en las piernas y un alivio de dolencias como la artritis o el dolor de espalda.
Equilibrando el flujo energético
Dentro de la medicina alternativa, se habla mucho sobre el poder sanador de los chakras, esos centros energéticos de nuestro cuerpo. La meditación con chakras consiste en visualizar colores y repetir sonidos para equilibrar el flujo interno de energía. Al desbloquear cada chakra se eliminan las toxinas y tensiones.