¿Por qué la Tierra es redonda?

por qué la tierra es redonda

La forma que tiene nuestro planeta, es una cuestión que siempre ha creado debate a lo largo de la historia. Hoy en día la comunidad científica coincide, en que la Tierra tiene una forma esférica achatada en los polos. Lo que se conoce como forma esferoidal.

Sin embargo, todavía existen algunas teorías y creencias que defienden la idea de una Tierra plana. Hoy analizaremos las principales evidencias que demuestran que el planeta en el que vivimos, tiene realmente una forma redonda.

Observaciones a simple vista 

El aspecto del horizonte o la desaparición gradual de barcos que se alejan en el mar, nos dan las primeras pistas visuales de que la superficie terrestre es curva. Si la Tierra fuera plana, simplemente veríamos barcos de menor tamaño a mayor distancia, pero siempre permanecerían visibles. Del mismo modo, sería imposible observar cómo el Sol, la Luna o las estrellas salen gradualmente por el horizonte.

Sombras y eclipses 

Las sombras que proyectan la Tierra y la Luna durante los eclipses, solo son posibles debido a la redondez de ambos cuerpos celestes. Por poner un ejemplo, la sombra redonda que proyecta la Tierra sobre la Luna durante un eclipse lunar es una evidencia observable de la esfericidad terrestre. Esto sería imposible, si nuestro planeta fuera plano.

Diferencias en constelaciones 

Al viajar en dirección norte-sur, podemos observar cómo las constelaciones y posiciones de las estrellas en el firmamento, cambian de forma progresiva. Estas diferencias, imposibles de percibir en una Tierra plana, se explican por la esfericidad terrestre. También por nuestro cambio de perspectiva, al movernos sobre una superficie curva.

Vuelta al mundo 

Cuando los primeros navegantes como Magallanes, Elcano o Francis Drake realizaron sus viajes de circunnavegación, demostraron que es posible dar la vuelta al mundo y volver al punto de partida. Esto no sería posible sobre una Tierra plana, donde al llegar a un supuesto "borde" sería imposible seguir avanzando en línea recta.

Fotografías desde el espacio 

Hoy en día, las fotos tomadas por satélites y astronautas desde la órbita terrestre y la Luna nos permiten contemplar la esfericidad de nuestro planeta en todo su esplendor. La forma redondeada inconfundible de la Tierra vista desde el espacio, es la prueba visual más contundente para aquellos que aún tienen dudas.

Gravedad y fuerza centrífuga

La gravedad terrestre, ese "pegamento" que nos mantiene sobre la superficie, actúa de manera uniforme en todas direcciones hacia el centro del planeta. Esta fuerza sería imposible, sin una masa esférica que atraiga los cuerpos. Por otro lado la fuerza centrífuga, producto de la rotación, explica fenómenos como la diferencia de peso entre polos y ecuador. Ninguno tendría sentido sobre una Tierra plana.

Mediciones y cálculos 

Las mediciones del meridiano terrestre, la longitud de las sombras del Sol en diferentes puntos del globo o los cálculos de Eratóstenes sobre la circunferencia de la Tierra ya en la Antigüedad griega, demostraban su esfericidad. Hoy, con tecnología láser y de posicionamiento por satélite, se han refinado aún más estas mediciones confirmando la forma redonda de nuestro planeta.

Testimonios del espacio 

Astronautas y cosmonautas de todas las épocas y nacionalidades que han tenido el privilegio de contemplar la Tierra desde el espacio testifican unánimemente su evidente forma esférica. La experiencia de ver nuestro planeta como una bola azul y blanca flotando en el firmamento es probablemente la prueba más elocuente para cualquier ser humano.

En resumen, la abrumadora cantidad de evidencias científicas y testimoniales dejan claro, más allá de cualquier duda razonable, que la Tierra posee una forma redonda muy próxima a una esfera. 

Las observaciones visuales, las mediciones físicas y geométricas, las fotografías desde el espacio e incluso la lógica detrás de fenómenos naturales apuntan todos a la misma conclusión: vivimos sobre la superficie de un globo y no sobre una planicie infinita. Aferrarse a ideas de una Tierra plana, equivale a negar pruebas contrastadas y observables por cualquiera.