¿Qué es el yin y el yang?

qué es el yin y el yang

El yin y el yang, son dos conceptos fundamentales dentro de lo que es la filosofía china. Ambas representan dos fuerzas en apariencia opuestas, pero en el fondo muy complementarias. La relación entre ambas, se muestra en todos los aspectos de la existencia. Mantener el equilibrio, entre estos dos conceptos, es fundamental para poder mantener la armonía.

Orígenes 

Estas ideas provienen de la observación de los ciclos naturales y de cómo fenómenos, como el día y la noche o el verano y el invierno, se suceden eternamente. Los antiguos pensadores chinos, intuyeron la presencia de dos principios reguladores que impulsaban estos ritmos.

Con el transcurrir del tiempo, el yin y el yang pasaron a simbolizar múltiples dualidades. Como frío y calor, femenino y masculino, suave y duro. Pero yendo más allá de sus diferencias, se reconoció su codependencia.

Características 

Lo femenino, la oscuridad, la pasividad o la luna se asocian al yin. En cambio, el yang representa lo masculino, la luz, la actividad o el sol. Incluso en su representación gráfica, con el famoso símbolo taijitu, se aprecian sus naturalezas contrapuestas. 

Sin embargo, esta diversidad no implica antagonismo. Más bien se complementan y nutren. No puede haber luz sin oscuridad, ni día sin noche. Cada extremo lleva en su seno, la semilla del otro.

Aplicaciones 

La cosmología y medicina tradicionales chinas, recurren al yin y yang para diagnosticar y tratar desequilibrios. Un exceso de yang podría causar hiperactividad, agresividad o inflamaciones. Por su parte, un predominio del yin se asocia a letargo, frialdad o depresión. 

Más allá de lo corporal, estas fuerzas regulan todos los ciclos vitales. Las estaciones, los elementos, las etapas de la existencia. Reconocer y adatarse a sus ritmos, se considera indispensable para la plenitud.

Equilibrio 

Ni el yin ni el yang, son por naturaleza buenos o malos. Son polos de un mismo fenómeno, apenas distinguibles el uno del otro. De ahí la importancia de preservar el equilibrio entre ambos. Una dinámica excesiva, vacío de reposo, agota la energía vital. Además, la inacción total impide el crecimiento. 

Lo óptimo es alternar actividad y quietud, trabajo y descanso, de modo que se alimenten mutuamente. Este principio tiene aplicaciones en todos los ámbitos. Desde programas de ejercicios, hasta relaciones interpersonales o diseño de espacios. El cambio y la constancia, en dosis equilibradas, favorecen la resiliencia.

Ciclos eternos 

El yin y el yang simbolizan la naturaleza cíclica de la realidad. Tras el día viene la noche, el verano es seguido por el invierno. Los procesos vitales, discurren entre uno y otro polo. La existencia misma, es un devenir perpetuo entre nacimiento y muerte. 

Esta visión invita a valorar cada fase por igual. Sin apego excesivo, pero también sin rechazo. Cada etapa contiene las semillas de la siguiente. Comprender este eterno fluir y, adaptarse flexiblemente a él, es una de las claves de la sabiduría china.

Conclusión 

En definitiva, el yin y el yang constituyen una sofisticada filosofía que, si bien nació en China, contiene principios de una generalidad y vigencia notables. Sus conceptos impregnan el pensamiento oriental. Además, su influencia continúa extendiéndose por el mundo.