Selenofobia ¿Cómo superar esta Fobia paralizante?

selenofobia

Aunque parezca mentira, existe un miedo irracional a la luna. Se denomina selenofobia y quienes la padecen sienten pavor o angustia extrema ante el satélite que nos acompaña por la noche. No es simplemente preferir la claridad del sol o incomodarse con la luz de la luna llena. Es un temor desmedido que altera la vida de la persona que lo sufre.

Imagina sentir ese pánico a diario por algo que está ahí desde siempre. Temer a que llegue la noche porque nos aterra ver la luna. Así es como se sienten las personas con selenofobia. Los primeros casos los describieron médicos griegos y romanos, así que no es nueva. Pero ahora es cuando se empieza a estudiar en profundidad. Se cree que entre un 2% y 5% de la población tiene selenofobia.

Origen y causas

No hay certezas de por qué se origina esta fobia. Algunas teorías apuntan a experiencias traumáticas de niños, por ejemplo, durante eclipses lunares u otros eventos poco comunes con el astro. También se habla de que la luz de la luna genera incertidumbre al estar rodeados de oscuridad, despertando miedos ancestrales.

Hay quienes creen que puede deberse a leyendas o películas de terror sobre hombres lobo, transformaciones debido la influencia de la luna llena. Sea como sea, el terror que sienten es muy real y limita sus actividades.

¿Qué sienten las personas con miedo a la luna?

Síntomas y tratamiento

Lo que para nosotros puedes ser una tontería, temerle a la luna, para las personas con selenofobia el mundo se les viene encima, casi literalmente, porque otra de las causas de su origen, es el pánico a que la luna caiga sobre la Tierra.

Las reacciones físicas y emocionales son muy intensas al ver la luna, incluso solo con pensar en ella: taquicardia, náuseas, temblores, problemas para respirar, pensamientos catastróficos. El miedo puede ser paralizante, así que prefieren quedarse en casa de noche.

Afortunadamente, se puede superar con una terapia especializada. Con ejercicios de relajación y gradual exposición a estímulos lunares (fotos, videos, etc) se va normalizando la reacción. También sirve analizar de dónde viene ese miedo para cambiar ideas distorsionadas sobre la luna. Es un proceso lento pero con resultados positivos en la mayoría de pacientes. Lo importante es no perder la esperanza y seguir adelante. Cada pequeño paso cuenta cuando dejamos atrás un temor.