Teoría del gato de Schrödinger

teoría del gato de Schrödinger

Seguro que has oído hablar de ella. La teoría del gato de Schrödinger es uno de los experimentos más famosos de la física cuántica. Fue propuesta en 1935 por el físico austriaco Erwin Schrödinger. Plantea una situación paradójica en la que un gato, dentro de una caja cerrada, estaría aparentemente vivo y muerto a la vez. Todo, debido a los extraños efectos de la mecánica cuántica.

Esta idea absurda e imposible de imaginar en nuestra realidad cotidiana nos invita a cuestionar nuestro sentido común sobre cómo funciona el mundo a nivel subatómico ¿No crees?

Los principios cuántico

La mecánica cuántica establece que, antes de medir un sistema físico, sus propiedades pueden existir en una superposición de todos los resultados posibles. A esto se le llama "función de onda de probabilidad". Significa que cada posible estado del sistema coexiste simultáneamente, hasta que una medida lo "fuerza" a adoptar un valor concreto.

Por ejemplo, imagina un electrón orbitando el núcleo de un átomo. Según la física clásica, debería girar en una órbita perfectamente definida, como los planetas alrededor del Sol.

Pero en el mundo cuántico todo cambia ¡el electrón puede estar en todas partes a la vez! Su ubicación real es una nube probabilística que se manifiesta recién al interactuar con otro sistema. Suena extraño, lo sé. Pero así funciona el Universo a escalas diminutas

La paradoja del gato en la caja

Trasladando estos principios al mundo macroscópico, Schrödinger ideó su famoso experimento mental. Imagina que encerramos a un gato dentro de una caja opaca, junto con una ampolla de veneno que puede romperse si se descompone un átomo radiactivo. Mientras la caja permanezca cerrada, sería imposible saber si el átomo se ha descompuesto, y por ende, si el gato está vivo o muerto.

Pero de acuerdo a la mecánica cuántica, antes de abrir la caja, ¡el átomo existe en una superposición de estados! Todavía no "elige" si desechar o no una partícula. Por lo tanto, el destino del minino también quedaría indeterminado, en un limbo entre la vida y la muerte. O mejor dicho, ¡estaría vivo y muerto a la vez! Al menos hasta que miremos dentro de la caja y esta dualidad probabilística "colapse" a una sola realidad.

Interpretaciones de la teoría

Este experimento mental da pie a profundas reflexiones filosóficas. ¿Acaso nuestra mera observación "crea" una realidad definida a partir de un substrato improbable? ¿O el gato está "realmente" vivo o muerto, independiente de que miremos la caja? Cada interpretación conduce a visiones muy distintas sobre la mecánica cuántica.

La llamada "interpretación de Copenhague", mayoritaria entre físicos, sostiene que las partículas efectivamente no poseen propiedades definidas hasta ser medidas. Para esta visión, la conciencia del observador desempeña un rol fundamental en el colapso de la función de onda hacia un estado concreto.

Otras interpretaciones, como la de "Mundos Múltiples", sugieren que todos los estados cuánticos coexisten simultáneamente en universos paralelos. Así, en algunos mundos el gato estaría vivo y en otros, muerto.

Sea como fuere, el genio de Schrödinger fue llevar las extrañas leyes del cosmos subatómico a una situación cotidiana para revelar sus paradojas. Ochenta años después, el minino sigue vivo y muerto, recordándonos las limitaciones de nuestra lógica para desentrañar la verdadera esencia de la realidad.