Tirumalai Krishnamacharya: El padre del yoga moderno

Tirumalai Krishnamacharya

Tirumalai Krishnamacharya fue uno de los maestros de yoga más influyentes del siglo XX. Con su enseñanza y práctica transformó esta milenaria disciplina espiritual y la adaptó como nunca antes al mundo moderno. Gracias a Krishnamacharya millones de personas en Occidente practican yoga. Su legado pervive en algunos de los estilos más populares como el Ashtanga Vinyasa Yoga o el Iyengar Yoga.

Orígenes y formación

Nacido en 1888 en la India colonial británica, Krishnamacharya provenía de una familia de eruditos brahmanes. Desde niño demostró una asombrosa capacidad para memorizar y recitar largos textos sagrados. También se interesó tempranamente por la práctica del yoga.

Tras la muerte prematura de su padre, Krishnamacharya recorrió la India durante 7 años buscando maestros que le instruyeran en los secretos del yoga. Se dice que llegó a dominar las más de 3000 asanas (posturas) que existen.

Maestro de yoga en la corte de Mysore

Tras su periplo formativo, en 1925 el Maharaja de la ciudad de Mysore invita a Krishnamacharya a ser el maestro de yoga de su corte. Allí Krishnamacharya tuvo la oportunidad de dedicarse por completo a refinar y experimentar su propia síntesis del yoga, combinando tradiciones como el Hatha Yoga y el Raja Yoga. También innovó al incorporar gimnasia y ejercicios occidentales para hacer del yoga un sistema más accesible y atlético.

El nacimiento del "yoga moderno"

En este extraordinario laboratorio que fue el palacio de Mysore, Krishnamacharya creó un estilo de yoga revolucionario y sin precedentes. Un yoga dinámico, atlético y adaptable a la modernidad. Entre sus alumnos se encontraban jóvenes indios ávidos por liberarse del dominio británico a través de la disciplina mental y física del yoga. Algunos de estos alumnos, como B.K.S Iyengar o Pattabhi Jois luego difundirían la enseñanza de su maestro al mundo occidental con un éxito sin precedentes.

Exilio y últimos años de enseñanza

Tras la independencia de la India en 1948, Krishnamacharya se ve obligado a abandonar Mysore y cae prácticamente en el olvido. Se exilia en Chennai donde sobrevive dando clases de yoga. Pero a pesar de las dificultades económicas, sigue refinando su enfoque terapéutico del yoga. Adaptando posturas para ayudar a todo tipo de estudiantes, desde niños hasta personas con problemas de salud crónicos. Muchos de sus antiguos alumnos de Mysore, convertidos ahora en estrellas internacionales del yoga, tratan de ayudarlo económicamente.

Un yogui longevo de gran vitalidad

A pesar de las penurias, Krishnamacharya mantuvo su vitalidad y capacidades físicas hasta edades muy avanzadas. Se dice que a los 80 años todavía era capaz de detener su pulso a voluntad o levantar objetos pesados con su cuello.

Incluso a los 95 años seguía dando clases de yoga. Cuando finalmente murió en 1989 a la edad de 101 años, dejó un legado inmenso y una disciplina, el yoga moderno, que hoy practican millones en Occidente.

El legado del "Padre del Yoga Moderno"

Krishnamacharya no solo transformó el yoga, también formó a algunos de los maestros más influyentes del yoga del siglo XX como B.K.S Iyengar, Pattabhi Jois o Indra Devi. Estos alumnos difundieron el mensaje y enseñanzas de Krishnamacharya por todo el mundo.

El Iyengar Yoga por ejemplo, (con su énfasis en la alineación correcta) se ha convertido en uno de los estilos de yoga más populares. Mientras que el Ashtanga Vinyasa Yoga de Pattabhi Jois con su dinamismo atlético ha sido el precursor de infinidad de estilos de yoga contemporáneos.

Un innovador polémico

Krishnamacharya no estuvo exento de críticas y polémica en su época. Los puristas del yoga tradicional veían con malos ojos su síntesis ecléctica de diversas tradiciones y su incorporación de ejercicios occidentales.

Otros pensaban que había comercializado excesivamente esta antigua práctica espiritual. Pero lo que si es cierto, es que supo adaptar un arte milenario a la sensibilidad moderna, haciéndolo accesible para personas de todo el mundo.

Un maestro carismático y exigente

Todos los que lo conocieron coinciden en que Krishnamacharya tenía un magnetismo y presencia únicos como maestro. Podía ser duro e inflexible en sus demandas de disciplina y compromiso.

Pero también irradiaba una energía positiva contagiosa. Tenía además un profundo conocimiento de los textos sagrados y de la filosofía india. Era legendaria su capacidad para citar de memoria largos pasajes en sánscrito . Como maestro espiritual estaba claramente por encima de la mayoría de mortales.

¿El yoga perdería su esencia sin Krishnamacharya?

Uno se pregunta a veces si sin la aportación de Krishnamacharya el yoga se habría quedado como una disciplina ermitaña limitada a unos pocos ascetas en la India. Quizás nunca se habría extendido más allá de sus fronteras. Krishnamacharya supo presentar el yoga como un sistema holístico de desarrollo personal, físico, mental y espiritual. Lo liberó de muchos formalismos y lo hizo más práctico y universal. De no ser por él, ¿habría perdido el yoga su ventana de oportunidad para expandirse globalmente?