¿Qué significa todas las cosas pasan por algo?

todas las cosas pasan por algo

La popular frase "todas las cosas pasan por algo" nos expresa una verdad profunda, sobre cómo funciona la vida. Muy a menudo los acontecimientos que nos ocurren tienen un propósito o lección detrás de sí, aunque no logremos entenderlo en ese momento.  

Al reflexionar sobre nuestras experiencias, con una mentalidad abierta, frecuentemente descubrimos que incluso las situaciones negativas nos abrieron nuevos caminos, que de otro modo hubieran permanecido ocultos.

Significado tras los reveses 

Cuando nos enfrentamos a dificultades, nuestra reacción instintiva es preguntarnos "¿por qué a mí?". Nos sentimos frustrados, enfardados o tristes. Somos incapaces de ver más allá del dolor del momento. 

Pero "todas las cosas pasan por algo", nos invita a tener una perspectiva más amplia. Con tiempo y reflexión, a menudo encontramos el sentido, la lección o las oportunidades escondidas tras nuestros tropiezos.

Un despido doloroso 

Por ejemplo, perder repentinamente el trabajo puede ser un golpe devastador. Especialmente, cuando se dan tiempos económicos inciertos. La pérdida de ingresos y estabilidad, nos causa sin duda una gran ansiedad. 

Sin embargo, mirando hacia atrás, muchos se dan cuenta de que ese despido los llevó a una carrera mejor. Por ejemplo el comienzo de su propio negocio, o simplemente a una vida más equilibrada. Lo que inicialmente vieron como una tragedia resultó ser un punto de inflexión positivo.

Relaciones que enseñan lecciones 

Las rupturas amorosas, también pueden dejarnos destrozados. Pero después del dolor, emerge una comprensión más profunda de nosotros mismos y de la clase de pareja que realmente queremos o necesitamos. Esa relación “equivocada” de alguna manera prepara el camino para un vínculo más sano y genuino en el futuro.

Reformular los retos

Los desafíos financieros, laborales, familiares o de salud también pueden verse como oportunidades de crecimiento, cuando cambiamos nuestra mentalidad. Las crisis nos obligan a profundizar, a conectar con nuestra resiliencia interior. Al superarlas, nos volvemos más fuertes y seguros de nosotros mismos. A menudo descubrimos con ello, recursos que ni siquiera sabíamos que poseíamos.

Darle tiempo al tiempo 

Es difícil, en el fragor del momento, encontrarle un sentido a la adversidad puede resultar casi imposible. Por eso necesitamos distancia, perspectiva, tiempo para procesar y sanar antes de poder apreciar lo positivo. 

No obstante, si permanecemos abiertos a las lecciones escondidas en cada reto de la vida, poco a poco sentiremos el porqué "todas las cosas pasan por algo".

Conclusiones 

Aunque los golpes que damos pueden ser muy duros y su impacto, devastador, la frase "todas las cosas pasan por algo" nos insta a ir más allá de la autocompasión y los "por qué a mí". Nos invita a buscar activamente el crecimiento en cada caída, por muy desafiante que sea. 

Y, en efecto, aquellos que lo logran suelen descubrir con el tiempo de qué modo los reveses los han fortalecido, han allanado su camino hacia una vida mejor o les han enseñado lecciones invaluables. No hay mal que por bien no venga, como dice el refrán. 

Si permanecemos con la mente y el corazón abiertos, poco a poco reconoceremos que, incluso tras los golpes más duros, se esconden bendiciones disfrazadas.