¿Cuánto duran las fases de la Luna?

fases de la luna

La luna lleva fascinando a la humanidad desde hace mucho tiempo. Su belleza misteriosa y cambiante ha sido y es fuente de inspiración todo tipo de leyendas, mitos y tradiciones en incontables culturas alrededor del mundo.

Comprender los ciclos lunares, ayuda a entender mejor este satélite que nos acompaña en la noche. Resulta especialmente interesante conocer cuánto duran exactamente las diferentes fases, por las que pasa nuestro satélite a lo largo de su órbita mensual.

Las fases de la luna 

Luna nueva

Alrededor de un día

La luna nueva marca el comienzo de un nuevo ciclo. Se la denomina así porque en esta fase la parte visible del satélite se encuentra completamente a oscuras desde nuestra perspectiva. Esto se debe a que el sol ilumina el hemisferio opuesto al que mira hacia la Tierra. 

Al estar alineados, con el sol de un lado de la esfera terrestre y la luna al otro, esta última se halla en conjunción. La alineación provoca que no llegue luz solar directa a la cara visible del satélite, de ahí su aspecto negro. Sin embargo, con instrumentos ópticos adecuados es posible detectar un tenue brillo lunar producto de la luz cenital reflejada de la Tierra. 

 La luna nueva tiene una duración aproximada de un día. Esta es la fase más corta debido a que el satélite se desplaza constantemente en su órbita alrededor de nuestro planeta.

Cuarto creciente 

Una semana hasta la luna llena

Tras completarse la luna nueva, el astro inicia un recorrido de cuarto creciente que abarca todo el período entre dicha fase y la luna llena. Esta etapa dura alrededor de una semana. 

En el cuarto creciente podemos observar cómo la fracción iluminada de la cara visible va en aumento cada noche. Esto se produce porque en su órbita el satélite va alejándose progresivamente de la alineación Tierra-sol. Al desplazarse recibe los rayos solares desde un ángulo menos frontal, haciendo visibles zonas nuevas de su superficie.

La extensión con luz visible pasa de ser una fina rendija a un círculo cada vez más ancho. El proceso culmina justo al llegar a la mitad de la órbita mensual, cuando el lado observable del astro queda completamente bañado por la irradiancia del sol.

Luna llena

Un día de duración

El plenilunio o luna llena, constituye el momento cumbre de luminosidad y visibilidad. Al igual que la luna nueva, esta fase principal dura tan solo un día, debido a la constante revolución lunar. El fenómeno se genera cada vez que nuestro satélite alcanza la mitad de su órbita mensual. 

En dicho punto el sol, la Tierra y la luna adoptan una configuración de alineación perpendicular. Nuestro planeta se sitúa justo en medio de los otros dos cuerpos celestes. Como consecuencia, la totalidad de la cara visible de la luna queda expuesta frontalmente a la irradiación solar. 

De ahí que luzca completamente iluminada. Tras culminar este breve momento de máximo esplendor, el astro inicia la parte menguante de su ciclo. La fracción con luz empieza a disminuir conforme avanza su órbita.

Cuarto menguante 

De luna llena a luna nueva 

Tras abandonar la luminosidad total de la luna llena, la cara visible del satélite comienza a oscurecerse progresivamente. Se adentra así en la fase menguante, la cual abarca desde la plenitud hasta volver al punto de partida con la negrura total de otra luna nueva. Al igual que el cuarto creciente, el periodo menguante dura aproximadamente una semana. 

Durante el mismo vamos observando cada noche cómo se reduce el área iluminada, pasando de un disco completamente brillante a una delgada rendija. El ciclo culmina con la desaparición total de luz reflejada, justo al llegar nuevamente a la conjunción Tierra-sol-luna. Tras casi 29 días y medio este gran ciclo de fases vuelve a reiniciarse. 

La luna nueva da paso a un nuevo cuarto creciente, repetitivo el eterno baile cósmico que nuestros antepasados veneraron con fervor y que sigue causando admiración por su belleza enigmática.