Cuál es la velocidad del sonido en km

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La velocidad a la que se propaga el sonido, es una característica física que ha intrigado a la humanidad desde tiempos ancestrales. Comprender este tipo de fenómeno que nos rodea a diario, puede darnos una perspectiva más amplia sobre el mundo en el que vivimos. 

Son muchos los que preguntan, entre otras cosas, ¿Cómo se mide la rapidez del sonido? o ¿Qué factores influyen en su velocidad de propagación? Analicemos en profundidad este fascinante tema.

Definición de la velocidad del sonido 

La velocidad del sonido. Se define como la distancia que recorre una onda sonora en la unidad de tiempo. Esa distancia se mide en metros por segundo. Pero también puede conocerse, en kilómetros por hora. Esto nos da una idea más sencilla, de lo rápido que se puede propagar el sonido.

Factores determinantes 

Principalmente son dos los factores que determinan la rapidez del sonido: el medio por el que viaja la onda sonora y la temperatura ambiente. Veamos cómo afectan estos elementos, a la velocidad de propagación del sonido. 

Influencia de la temperatura 

Uno podría pensar que al aumentar la temperatura, las partículas que transmiten el sonido se moverán más rápido, extendiendo la onda sonora a mas velocidad. Efectivamente, este razonamiento intuitivo es correcto. Cuanto más caliente esté el aire u otro medio, más rápido se propagará el sonido dentro de él. 

La temperatura modifica la densidad del aire. Permitiendo una mejor y más rápida transmisión de las vibraciones sonoras entre sus partículas. Un aumento de temperatura, implica normalmente una disminución de la densidad.

Influencia del medio 

El otro gran factor que modifica la velocidad de propagación del sonido, es el medio por el que viajan las ondas sonoras. Ya sea a través de sólidos, líquidos o gases, el sonido avanza a diferente velocidad. Por norma general, cuanto más denso es el medio, mayor es la velocidad del sonido en su seno. 

Así, la rapidez de propagación es mayor en los sólidos que en los líquidos, y a su vez mayor en los líquidos que en los gases. Esto se debe a que en los medios más densos las partículas están más juntas y cohesionadas. Permitiendo así, una transmisión más rápida de las vibraciones de unas a otras.

Velocidad del sonido en el aire 

Centrémonos ahora en la velocidad del sonido. Mas específicamente, en el aire. Este es el medio, en el que normalmente percibimos el sonido en nuestra vida cotidiana. En condiciones normales de temperatura y presión (20oC y 1 atmósfera de presión), la velocidad del sonido en el aire es de 343 metros por segundo aproximadamente

¿Y cómo se traduce esto a kilómetros por hora? Pues multiplicando por 3,6 tenemos que la velocidad del sonido en el aire es de 1.234 km/h. Así pues, cuando oímos un trueno, el sonido de la descarga eléctrica ha recorrido a esa velocidad la distancia desde la nube hasta nuestro oído. Y si vemos que un avión rompe la barrera del sonido, quiere decir que esta superando los 1.234 km/h.

Otras velocidades del sonido 

Hemos visto la velocidad en el aire; pero ¿Cómo cambia en otros medios? En gases menos densos, como el helio o el hidrógeno, la velocidad disminuye. Pero en medios sólidos y líquidos, aumenta considerablemente.

Por poner un ejemplo, la velocidad del sonido en el agua es casi 4,3 veces más rápida que en el aire. Alcanzando los 1.484 metros por segundo. En sustancias sólidas como el acero, sube hasta los 5.960 metros por segundo, unas 17 veces más veloz. 

La compacidad de las partículas en estos medios, permite esa velocidad de propagación muy superior a la del aire. De hecho, en el interior de los continentes terrestres, las ondas sísmicas relacionadas con los terremotos se desplazan a velocidades incluso mayores.

Curiosidades sobre la velocidad del sonido 

Más allá de los valores concretos, la velocidad del sonido tiene algunas curiosas particularidades. Una de ellas es, que a mayor altura, la velocidad disminuye al hacerse menos denso el aire. De esto se aprovechan algunos aviones de combate, para volar más rápido.

Otra curiosidad, es el efecto Doppler. Ese cambio de tono en la sirena de una ambulancia según se acerca o aleja de nosotros, es fruto precisamente de las variaciones en la velocidad del sonido. 

Y un último dato llamativo es que la velocidad del sonido resulta sorprendentemente lenta, en comparación con la de otros fenómenos como la luz, sobre todo, teniendo en cuenta lo rápido que nos puede parecer cuando oímos un trueno cercano.