Horóscopo Piscis
Piscis, el Enigmático Signo de Agua
Piscis cierra el zodiaco como un broche de misterio que nos devuelve al caos primordial del que todo emergió. Simbolizados por dos peces que nadan en sentidos opuestos, los piscianos navegamos entre dos realidades: el mundo terrenal y el universo de nuestras fantasías, intuiciones y anhelos espirituales.
Gobernados por dos poderosos planetas -Júpiter y Neptuno-, la psicología de este mutable signo resulta tan fascinante como escurridiza. Ahondémosla.
Alma Sensible y Enigmática
Poseemos una rica vida interior poblada de ensoñaciones, arte, misticismo y un agudo sentido de humanidad. Captamos sutiles realidades que escapan a la mayoría. Pero nos cuesta definir los límites entre dichos mundos internos y la realidad externa.
Somos grandes idealistas con sed de trascendencia, pero nuestra delicada sensibilidad también nos hace propensos a las adicciones, la melancolía y las relaciones de dependencia. Oscilamos entre la más noble espiritualidad y las más sombrías profundidades.
En el Amor, Entregados pero Esquivos
Alternamos entre fusionarnos tan intensamente con otro que perdemos nuestro centro, u oscilar al extremo opuesto aislandonos por completo para preservar nuestra vulnerabilidad. Idealizamos tanto al amor que la cruda realidad nos lastima.
Necesitamos parejas que honren nuestra naturaleza cambiante y nos amen con sabiduría: no desde la dependencia sino celebrando nuestra individualidad en una danza de unión y separación.
Carreras y vocaciones afines
Gracias a nuestra inspirada creatividad somos excelentes poetas, artistas, fotógrafos y cineastas. También podemos tener vocación espiritual o humanitaria convirtiéndonos en monjes, trabajadores sociales, activistas medioambientales o voluntarios en ONGs.
Nuestra intuición nos hace buenos investigadores, curanderos, astrólogos o terapeutas alternativos. Y nuestra capacidad visionaria nos vuelve innovadores emprendedores cuando logramos concretar nuestras ideas nebulosas.
Desafíos para Piscis: Caos y Desengaños
Debemos evitar las relaciones de dependencia y los escapes a través de las adicciones. También es vital que aprendamos a discriminar entre nuestra rica imaginación y los hechos objetivos, sin distorsionar la realidad según nuestros deseos.
Domar nuestros demonios internos y dirigir nuestra creatividad hacia metas concretas que le den forma positiva a nuestras visiones, es indispensable para nuestra evolución. De lo contrario nadaremos en círculos en un mar de ilusiones hasta autodestruirnos.
Piscis y los demás signos
Al ser tan emocionales, congeniamos con Cáncer y Escorpio. Tauro y Virgo equilibran nuestro caos aportando pragmatismo. Géminis y Acuario amplían nuestra visión con nuevas ideas.
Chocamos con los rígidos Capricornio y Leo. Pero aprender de su objetividad y autoconfianza nos ayuda anclar mejor nuestra identidad. La independencia de Aries y Sagitario también puede servirnos de contrapeso frente a nuestra tendencia a la codependencia.